Siempre se me han resistido las croquetas. Lo he intentado en un par de ocasiones pero finalmente no adquirían la consistencia necesaria y en el baño de huevo se iban deshaciendo y al freirlas en la sartén tenían formas de todo menos de croqueta Sí, ricas estaban pero la verdad que era un poco deprimente.
Pero aquí está la auténtica receta de Croquetas de Pollo de mi tía Nines
Ingredientes
– 6 cucharadas de aceite
– 1/2 cebolla picada
– 6 cucharadas medio colmadas de harina
– 1 poco de sal
– 1 poco de nuez moscada
– 1/2 litro de leche
– Pollo (o jamón york, serrano, atún, chorizo…)
– 1 o 2 huevos (para el rebozado)
– Pan rallado (para el rebozado)
Elaboración
Antes de nada, la receta está ajustada para medio litro de leche, para un litro simplemente hay que duplicar las cantidades y sale todo bien.
Pelamos y picamos la cebolla fínamente. Ponemos el aceite a calentar y sofreímos a fuego medio/bajo la cebolla hasta que empiece a ponerse transparente.
Llegados a este punto, echamos una parte de la harina y la mezclamos bien con el aceite y así hasta haber echado toda y tener una pasta. La seguimos friendo unos minutos, dandole vueltas a la plasta para que se haga un poco.
Es en este preciso instante cuando echamos leche, eso si, poco a poco. Paramos y damos vueltas hasta que se forme una plasta homogénea en textura. Seguimos echando más leche y mezclamos todo bien. Así poco a poco. Sin prisa. Este proceso es laborioso y cansado, puede durar bastante. Es importante que al final obtengamos una masa formable.
A lo largo de este proceso final es cuando echamos sal, nuez moscada y el ingrediente escogido, que en caso de pollo, se supone que está hecho (por ejemplo de sobras de un cocido o pollo asado) y cortado en trocitos pequeños.
Es importante nuevamente que la masa sea formable y no pastosa/líquida. Aunque parezca que nunca va a llegar, eso es porque hay que seguir dándole vueltas y vueltas a la pasta final. Ánimo!
Una vez que tenemos la masa la dejamos reposar en un recipiente y posteriormente (cuando coja una temperatura aceptable) en el frigorífico durante un tiempo (una hora o hasta el día siguiente!).
Es entonces cuando nos tenemos que armar de paciencia y proceder con el encroquetado
Nos buscamos un sitio cómodo, sentados y preparamos un plato hondo con un huevo batido, un plato llano con el pan rallado y un plato o papel de aluminio para dejar las croquetas ya formadas.
Cogemos la masa, le damos buena forma con la mano, la rebozamos por todos los lados en huevo, lo pasamos por el pan rallado y así sucesivamente hasta acabar con la masa
Nos dejamos unas pocas para comer si queremos y el resto se pueden congelar en porciones de 3 o 4 o las que queramos para en un futuro no muy lejano sacarlas del congelador y freirlas. Ñam ñam!
Eso es todo! Prefiero hacer 80 albóndigas (no sería la primera vez) que 30 croquetas (el rebozado me mata )!
Saludos!