Parecía que nunca llegaría el día. Esta mañana y pareciendo como un regalo de reyes, vi un diminuto pececito que se movía muy pegado a la paridera donde está la cría de Molly. Si! Queá alegría un alevín de Guppy! que pequeñito (y eso que la madre es XL y las crías son más grandes de lo normal)!
El resto de peces estaban al acecho para al menor descuido tomarse un desayuno fresco, así que han sido momentos con un toque de nerviosismo. Sacando la otra paridera y echándola al agua. Echando comida para distraer al resto de peces. Intentando capturar al alevín de guppy que tan pequeños y tan escurridizos! y no sólo eso, en medio de esta vorágine, veo a la madre que sigue de parto! Veo que expulsa a 2 más! (Y yo que pensaba que ya estarían todos zampados!)
Más nerviosismo al asunto, a ver como meto ahora la rejilla separadora en la paridera y a la madre, a pillarla. ufff.
Una vez todo medio organizado, ha sido una maravilla; contemplar el nacimiento de varias crías, ver cómo salen, cómo dan los primeros coletazos, cómo se esconden de la madre. Recien nacidas y ya con esa «sabiduría». También es triste ver como la madre se zampa a más de una por el camino, ñam ñam!
Finalmente y tras más de una hora, tengo una paridera con unas 27 crías de Guppy. Me ha dado tiempo a echar fotos y sobre todo a hacer un video para el recuerdo
Una maravilla!